1992: La primera edición del «Isla de Los Volcanes»
Artículo publicado por Motor2000.net (Autor: Juan José Alonso Prieto)
El planteamiento del rallye era un tanto tímido, con un itinerario de 203 km y un bajo porcentaje de velocidad, solo 39,5 km, con salida y llegada en la Plaza de Varadero del Puerto del Carmen y una neutralización de 45 minutos en la Villa de Teguise.
Los tramos elegidos eran “Las Hoyas” con 3,3 km, sobre el camino vecinal del mismo nombre en Tías. “La Degollada” un tramo espectáculo en las proximidades de Yaiza con solo 1,250 km; “La Costa” con 4,2 km (en el camino de La Costa, municipio de Tinajo) y el denominado “La Caleta”, el más largo de todos, con 6,9 km entre la urbanización de Famara y la Villa de Teguise. Todos a doble pasada, excepto “La Costa, que tuvo tres.
La inscripción reunía un total de 46 equipos, como era natural en la época con una mezcla de turismos y vehículos y todo terreno.
Favoritos Luis Monzón-Pedro Dávila con el Renault Maxi 5 Turbo, pero comenzaban un tanto nerviosos por el exceso de responsabilidad tras una serie de reveses que venían sufriendo en las pruebas precedentes. De hecho empezaban siendo terceros en el TC1, detrás de Aythami Alonso-Juan Llinares (Mitsubishi Montero Proto) y Antonio Ponce-Sebastián García (Citroën AX 4×4), en el TC2, el corto espectáculo, Monzón-Dávila perdían medio minuto en una salida sin consecuencias y quedaban definitivamente descolgados.
Aythami y Llinares eran inamovibles líderes desde el primer tramo, y pese a sufrir un par de pinchazos controlaron perfectamente la carrera frente a una descontrolada remontada de Monzón-Dávila (nuevo trompo y toque en el tramo largo) para terminar abandonando por rotura de la caja de cambios.
En la segunda plaza se daba un mano a mano entre Toñi Ponce-Sebastián García y Flavio Alonso-Gustavo Martel, que se subían por primera vez al Toyota Corolla Turbo 4WD que venía utilizando Manolo Acosta, quien a su vez estrenaba aquí un prestacional Toyota Starlet turbo 4WD. En “La Caleta” Flavio marcaba el primer scratch de su carrera deportiva, distanciándose en un segundo de Ponce-García y acercándose a solo 8 segundos de Aythami-Llinares, tras sufrir nuevo pinchazo en el Mitsubishi.
Las acciones se tornaban vibrantes, de hecho en la segunda pasada por “La Degollada” se daba un triple empate entre los hermanos Alonso y el equipo tinerfeño Lorenzo García-Roady-Moisés Sánchez, que reaparecían en este rallye y habían tenido intermitentes problemas de frenos en el Austin Metro 6R4. Aquí llegaba Flavio con dos segundos de ventaja sobre Ponce, pero a unos veinte metros de la meta se paraba el motor del Citroën y, tras pasar la meta empujando el coche, Toñi y Sebastián debían abandonar.
La última especial era un simple trámite para Aythami-Llinares, mientras Flavio-Martel, que se habían quedado sin tercera en el tramo anterior lograban alcanzar la meta con el susto en sus cuerpos. Completaban el podio Sergio García-Roady-Moisés Sánchez con el Metro 6R4 y Manolo Acosta, con su copiloto Antonio Estalella, se sentía plenamente satisfecho por el resultado que daba el invento de fabricación casera, injertando un turbo y tracción total a un Toyota Starlet con el que finalizaban cuartos.
Alberto Santana-Pedro Ojeda (Mitsubishi Montero) veían premiada su regularidad con un quinto puesto, mientras Tato Suárez-Vidal Arencibia, con aquel singular “invento” propio que era el Toyota Corolla 1.6 4WD distanciaban en seis segundos a Paco Romero-Kuka Antón y su Mitsubishi Montero al término de una bonita e igualada lucha. En octava posición los majoreros Mario Melián-Ceferino Peña, en otra demostración de espectacularidad con el Nissan Patrol e imponiéndose en la categoría diesel.
En la novena plaza de la general el primer equipo lanzaroteño, Sergio Afonso-Joaquín Gómez, a su vez primeros en 2RM en la despedida del antiguo Volkswagen Golf GTI ante la compra de un Citroën Visa 4×4.
Se clasificaban 27 equipos, y a pesar del alto índice de abandonos, el habitual en este tipo de pruebas y en aquellos tiempos, el rallye dejaba un buen sabor de boca, tanto entre los participantes como en los aficionados conejeros que, ahora, muchos años después, van a disfrutar de un rallye bastante distinto, tanto en el planteamiento de la prueba, tipo y distancia de los tramos, como en las características de los vehículos y la competencia entre los equipos que siguen el Campeonato de España, certamen en el que el Isla de los Volcanes ya estuvo en las temporadas 2008 y 2009.
Al llegar aquí, justo es recordar a los que escribieron el primer capítulo de esta historia, tanto los organizadores